Es importante enfrentar las deudas de manera directa. Cuanto más tiempo dejes pasar, peor será la situación. He aquí algunos consejos para saldar deudas:
Haz una lista de todo lo que debes
Comienza por elaborar una lista de todo lo que debes y a quién.
Prioriza tus deudas
Coloca tus deudas en orden de importancia, teniendo en cuenta que las deudas prioritarias no son necesariamente las mayores. Sin cosas por pagos hipotecarios, préstamos con garantía, alquiler, facturas de servicios públicos e impuestos, en los que podrías perder tu casa, ser desconectado de un servicio o incluso ser encarcelado si no pagas.
Después, analiza tus deudas sin garantía. Por lo general son cosas como pagos de tarjetas de crédito y de tiendas, préstamos bancarios, sobregiros y dinero prestado por familiares o amigos. Estas deudas también son importantes y pueden tener tasas de interés más altas. Por lo tanto, tienen mayor potencial para crecer. No son deudas prioritarias, pero no deben pasarlas por alto.
Elabora un presupuesto
Dispón un presupuesto semanal o mensual preciso. Indicará tus ingresos, los gastos del hogar y las deudas. También puede indicar dónde podrías ahorrar dinero adicional para destinarlo a pago de tus deudas. Obtén más información sobre la
elaboración de presupuestos
.
Después de elaborar tu presupuesto, sabrás de manera realista cuánto puedes destinar al pago de tus acreedores, es decir, a quienes les debes dinero.
Obtén asesoría
Ponte en contacto con una organización profesional independiente o con una institución de beneficencia de manejo de deudas para obtener asesoría sobre la mejor manera de manejar tus deudas. Estas organizaciones ayudan a miles de personas cada mes a manejar sus deudas.
Algunas compañías de gestión de deudas pueden negociar con tus acreedores en representación tuya para reducir el total de los pagos que realizas. Haces un pago a la compañía, la cual la redistribuye entre tus diversos acreedores. Las compañías de gestión de deudas pueden cobrar un cargo por este servicio. Sin embargo, varias organizaciones benéficas nacionales y servicios de asesoría sobre deudas ofrecen planes gratuitos de gestión de deudas.
Establece un plan de pago de deudas
Existen varias opciones para manejar las deudas, desde acuerdos informales con tus acreedores hasta acuerdos más formales.
Los
acuerdos informales
comprenden comunicarte por teléfono, correo electrónico o carta con tus acreedores para informarles de tu situación y presentar una oferta de pago de la cantidad que está dentro de tus capacidades.
Por ejemplo, podrías ofrecer pagos temporales de las deudas si por el momento solo puedes pagar una cantidad inferior a la que habías convenido. O bien, puedes ofrecer pagos mensuales, si eres capaz saldar la cantidad que adeudas pero no puedes saldar tus atrasos.
Apoya tu oferta explicando por qué en este momento no puedes realizar los pagos completos. Adjunta una copia de tu presupuesto y una lista de tus otras deudas. Esto le ayudará al acreedor a ver que solo estás gastando en costos de vida esenciales y que la oferta que has hecho es justa, considerando lo que les adeudas a otros acreedores.
Tus acreedores no tienen que aceptar tu plan de pago de deuda. Si no puedes pagar más que lo que ofreces, sigue pagando lo ofrecido. Si puedes pagar más, podrías convenir en pagar extra. Esto puede ayudar a que los acreedores vean que estás trabajando para pagar tus deudas. En este caso, podrían estar más dispuestos a aceptar tu plan de pago o dejar de aplicar cargos adicionales.
Los
acuerdos formales
son otra manera de resolver deudas pendientes. Existen varias opciones, aunque no todas podrían ser apropiadas para tu situación o país. Algunos son:
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Orden de administración:
un plan de pago gestionado por ti por los tribunales;
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Bancarrota o quiebra:
un proceso legal mediante el cual tus deudas sin garantía se contabilizan como pérdida, pero que afecta tu expediente crediticio. Esto podría dificultarte obtener préstamos en el futuro;
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Consolidación:
obtener un préstamo para reducir los pagos mensuales o la cantidad de acreedores que tienes;
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Plan de gestión de deudas:
realizas un solo pago mensual basado en su capacidad, el cual es compartido entre tus acreedores;
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Orden de alivio de deudas:
las deudas se congelan durante 12 meses. Si tu situación no ha cambiado para entonces, se contabilizan como pérdidas;
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Insolvencia:
una declaración legal de tu incapacidad para pagar tus deudas en los tiempos establecidos.
También considera lo siguiente:
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Hipoteca inversa:
si tienes la edad de jubilación, puede ser posible utilizar una hipoteca inversa para acceder al dinero invertido en tu casa para pagar deudas;
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Rehipotecar:
obtener una nueva hipoteca sobre tu casa para saldar deudas;
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Venta de activos:
libera dinero vendiendo pertenencias.